viernes, 2 de febrero de 2018

COMO DE MARCIANOS



















Solamente a un ser de otro planeta, a un estúpido o a un hombre cegado por la corrupción, se le puede ocurrir decir, que no subirá el metro por haber sido promesa de campaña; cuando ya lo subió, y a cifras récord. A diferencia  de Claudia Sheibaúm y de Mikel Arreola que piden la ayuda de su precandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y Pepe Meade, respectivamente, para que los acompañen en la contienda electoral como apoyo para obtener simpatías, en el caso de la precandidata Alejandra Barrales, sabe que es  contraproducente la presencia de Mancera en su campaña como lo fue para Juan Zepeda  contar con Mancera en el cierre de su campaña por la gubernatura  del Estado de México.  La astucia y mala fe de Barrales, la hace gritar a los cuatro vientos y sin sonrojarse , la importancia de que se apoye su proyecto,  y de forma mentirosa, asegura que es una manera distinta de hacer política, donde lo más importante no son las diferencias, sino la visión de un mejor país y de una mejor ciudad y agrega de manera inaudita “que sólo los locos creen que, haciendo lo mismo, se pueden obtener resultados distintos”, cuando de viva voz, aseguró a este medio informativo, que  de llegar a ser  la  jefe de gobierno, ella daría continuidad a los gobiernos de la Ciudad,  sin atreverse a reconocer con claridad, que es Barrales quien quiere continuar con el gobierno Mancerista , que ha resultado, ineficaz y corrupto. Sin embargo  los discursos insolentes, tanto de  Alejandra Barrales como  de Miguel Angel Mancera; no sabemos cómo es que los realizan,  si le son dictados por extraterrestres o  si son  dirigidos,  para quienes piensan  que sí,  lo son.