Los animales no tienen mascotas. Nadie vio a un mono sacar a
un perro a paser o a un elefante comprar una tortuga para que le haga compañía.
Al parecer, convertir a un animal en parte de la familia es algo que solo los
humanos hacen. Pero la pregunta es, ¿por qué?Según la BBC, son varias las
razones con las que se ha tratado de explicar el fenómeno.Durante décadas
prevaleció la visión de que, además de compañía, los animales domésticos
proveen beneficios para la salud. Se decía que tener una mascota mejoraba el bienestar
psicológico, incluso que podían hacer que sus amos vivieran más. Quien
desarrolla amor por las mascotas, ha descubierto uno de los sentimientos más
puro asociado a los afectos. Es adaptar a otro ser y adaptarse a convivir con
una especie distinta a la humana. Conexión sin idiomas e intuitiva. Son eternos
afectos que nos profesan, incondicionales y absolutos. Desde la perspectiva
humana, son los niños que nunca crecen, desde la perspectiva de las mascotas, a
lo mejor, somos los eternos amigos para jugar y acompañarnos.