Ni el terremoto del año pasado logró que el gobierno
mexicano pisará el acelerador para reparar las viviendas dañadas en la zona de
Oaxaca, sin embargo con tal de no renunciar a su puesto militar, el general Salvador
Cienfuegos, trata de que su negligencia -que provocó 13 muertos al mal planear
el aterrizaje de un helicóptero militar en Jamiltepec, Oaxaca-, sea ya olvidada,
al ordenar que su cuerpo militar realice labores de albañiles, y construya vía
exprés y sea como sea, las viviendas de las familias afectadas por el incidente
aéreo, cuando sus casas se encontraban en ruinas desde antes del fatal
accidente. Ahora con más calma para
sacarse la foto, el secretario de
Desarrollo Social, Eviel Pérez Magaña y el gobernador de Oaxaca, Alejandro
Murat, acompañaron a mandos y tropa de la Secretaría de la Defensa Nacional quienes se comprometieron a la reconstrucción
de las viviendas dañadas por el sismo, que pertenecen a los deudos del
accidente. De esta manera, si el general Cienfuegos no tiene el refrendo de su
cargo para el próximo sexenio presidencial, al mando de la secretaría de la Defensa
Nacional para ejecutar la ley que militariza al país; entonces el militar ya puede aspirar a un cargo importante en el
INFONAVIT o en otros sectores de gobierno cuya obligación principal, es la que
ahora él está asumiendo con el ejército, mientras no se controla al crimen organizado
en territorio nacional y se violan las leyes nacionales y los tratados
internacionales.