La transformación de la vida pública del país, también debe abarcar su televisión, ya que aún tratándose de un medio público, no tiene porque no ser una televisión competitiva, de entretenimiento, de contenido de exportación y por la reducción de costos gracias a la tecnología, incluso debe mantener una competencia frontal con la televisión privada. Tal situación competitiva a mitad del sexenio lópezobradorista parece no llegar a tanto, sin embargo si existen programas aislados que por la calidad de sus integrantes, logran ser una buena opción para el televidente, como es el caso de la participación como conductora, de la talentosa Karla Peniche en el Canal del Congreso, que atrapa con interesantes realizaciones al televidente y que lo mismo se podría realizar con teleseries, y otros proyectos creativos que brindaran una televisión gubernamental, nunca antes vista, ante el favoritismo y entrega monopólica para los canales de televisión manejados por la iniciativa privada.Más en www.somoselespectador.blogspot.com