Aunque diferentes medios informativos han señalado que en
México se ha legalizado el aborto, la afirmación es imprecisa en dicho sentido,
ya que lo que se ha ampliado es la libertad
de la autodeterminación de la embarazada pero no precisamente la
libertad de abortar, ya que la interrupción del embarazo en nuestra legislación
se sujeta a tiempos y circunstancias,
que no terminan con los abortos clandestinos, por más y que exista el
júbilo de quienes piden la libertad de abortar y la falsa de los legisladores y
magistrados que resuelven controversias respecto a la constitucionalidad de la
ley. La CDMX es la primera entidad federativa que amplió las libertades para
interrumpir el embarazo y conserva una ley progresista pero no quiere decir que exista una observación legal, en donde el aborto no exista de su código penal. La ley capitalina aumentó libertades a las que ya
estaban contempladas como excluyentes de responsabilidad
al tratarse de necesidades urgentes de la embarazada o cuando el embarazo sea producto de una
violación. Actualmente se castiga al aborto, llamándolo interrupción del
embarazo forzado a quien o quienes en cualquier momento lo interrumpan sin consentimiento
de la embarazada y también existe la sanción de aborto para la mujer que
voluntariamente practique su aborto o consienta en que otro la haga abortar,
después de las 12 semanas de embarazo. El artículo 144 del código penal, al
sancionar a quien interrumpa el embarazo
después de la décima segunda semana,
simplemente no despenaliza el aborto, sino que no llama como tal, la interrupción del embarazo antes de esa docena de semanas, pero si lo denomina
aborto, aquella interrupción del embarazo después de las doce semanas de gestación. Por lo que los
comunicadores nuevamente se vuelven a equivocar cuando difunden la noticia de
que en México está permitido el aborto, pues lo que sí está permitido es la
interrupción del embarazo y bajo las condiciones que a contrario sensu y en deducción lógica, nos guía
el capítulo V del Código penal para la
CDMX, con todo y sus fallas derivadas del propio código y de la falta de armonía con sus leyes
complementarias. Más en www.somoselespectador.blogspot.com