Con sus credenciales oficializadas, la linda legisladora María Geraldine Ponce Méndez, es la sangre nueva del progresismo que necesita el país, aunque la joven política tendrá que enfrentarse a la ultraderecha, a la mafia que rodea la política antiprogresista, a la invasión empresarial abusiva y mediática y a otros grupos y circunstancias que a toda costa quieren detener la revolución lópezobradorista de la vida pública del país y su presidencialismo. Geraldine Ponce Méndez puede ser el fruto d euna nueva generación de políticos y legisladores cuya frivolidad se ha sustituido por la responsabilidad de la recuperación moral y económica de un país.Más
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