El presidente Andrés Manuel López Obrador festejó su cuarto año del triunfo histórico del 2018 conla Inauguración de la Refinería Dos Bocas
“Olmeca” desde Paraíso, Tabasco, y para lo cual sedirigió al pueblo de México
de la siguiente manera: “Bueno, ya estamos aquí en la refinería de Dos Bocas,
Paraíso, Tabasco. Ya es un sueño convertido en realidad. Está Octavio Romero
Oropeza, director de Pemex; el almirante Ojeda, secretario de Marina; la
secretaria de Energía, Rocío Nahle; el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez
de la O; el general secretario de la Defensa; Luis Cresencio Sandoval González.Y
ya se inician los trabajos de prueba, yo creo que eso es lo más correcto, para
que empiece a funcionar todo el conjunto. Nos decía Rocío que, como lo
concebimos, vamos a poder procesar 340 mil barriles de petróleo. Ya Rocío les
va a explicar cuánta gasolina y cuánto diésel de ese petróleo crudo, de esa
materia prima que se va a obtener con esta refinería.Pero yo nada más quiero
subrayar que este fue el mejor sitio, porque ya es una terminal de Pemex. Aquí
llega todo el petróleo de tierra y de agua somera de Tabasco y de Campeche,
aquí llegan un millón de barriles diarios.Entonces, se cuenta con la materia
prima, no se tuvo que hacer una infraestructura especial, imagínense en
cualquier otro lugar había que hacer oleoductos para abastecer a la refinería.
Esta es una terminal marítima, es la más importante de México. Para tener una
idea, estamos ahora extrayendo poco más de un millón 700 mil barriles de crudo
que hay y aquí llega un millón, entonces no le va a faltar materia prima a la
refinería. Obreros, ingenieros, directivos mexicanos, es un orgullo.Llevaba más
de 40 años que no se construía una refinería, la última fue de la Salina Cruz,
1980, aquí inicia. Vendíamos petróleo crudo y comprábamos gasolinas, eso es lo
que ahora se está cambiando, es una reconversión, es un viraje, ya no vamos a
vender petróleo crudo, vamos a procesar toda nuestra materia prima para producir
las gasolinas y el diésel.Y esto, además de que significa empleos, significa
también el ser independientes. Si hay una crisis energética como la que se está
padeciendo ahora, pues tenemos nuestra gasolina, tenemos nuestro diésel y
podemos conservar los precios para beneficio de los mexicanos, de la industria
y de los consumidores. Es un orgullo decir —y aunque no les gusta a muchos—,
que es más barata la gasolina hoy día en México que en Estados Unidos, mucho
más barata, casi cuesta la mitad de lo que vale la gasolina en Europa. Y esto,
porque desde que llegamos estamos rehabilitando las refinerías que existen, de
450 mil barriles que procesábamos, ahorita ya estamos procesando 840, 850
barriles y vamos a procesar con esas seis refinerías un millón 200 mil
barriles, más 340 de esta, más otros 340 de la que compramos en Deer Park,
Texas, más dos coquizadoras, pues tenemos capacidad de refinación y ser
autosuficientes en el año que viene, todavía no, es hasta el año próximo, pero
sí vamos a cumplir con esa meta de ser autosuficientes. Nos da mucho gusto
conmemorar aquí, en Paraíso, Tabasco, el cuarto aniversario del triunfo en la
elección presidencial del 1º de julio del 2018.
El inicio del periodo de prueba de esta refinería es todo un
acontecimiento y un distintivo de nuestra política de transformación. En los 36
años del periodo neoliberal o neoporfirista nunca se construyó en el país una
refinería. Durante todo ese tiempo se apostó a vender petróleo crudo y comprar
en el extranjero gasolinas, diésel y otros combustibles. De manera deliberada y
por corrupción, los gobernantes buscaban destruir la industria petrolera
nacional.
No podemos olvidar que acabaron con la petroquímica, que
dejaron en estado lamentable las seis refinerías que se construyeron a lo largo
de nuestra historia y reformaron la Constitución para privatizar el petróleo,
aunque no les alcanzó el tiempo para terminar de entregar todos los yacimientos
y consumar esa gran infamia.
Con nuestro triunfo decidimos aplicar una nueva política
energética. En materia petrolera el objetivo claro es dejar de exportar crudo y
procesar la materia prima en el país para ser autosuficientes en gasolinas y
diésel. Por eso, desde que llegamos al gobierno, al tiempo que invertíamos en
exploración y extracción de petróleo para frenar, como aquí se ha dicho, la
constante caída en la producción, decidimos modernizar las seis refinerías
existentes, lo cual nos ha permitido aumentar casi al doble la capacidad
productiva, es decir, pasamos de transformar 485 mil barriles diarios a 863 mil
al día de hoy, y el año próximo se tendrá capacidad para procesar un millón 200
mil barriles.
A ello debe agregarse que oportunamente se decidió construir
esta refinería, como aquí se explicó por Rocío Nahle. Que, en efecto, le
dijimos: No son cargos, son encargos y tú te tienes que comprometer a que
terminemos esta obra.
Uno de los problemas que se tienen en el gobierno es el que
hay una tendencia hacia estar mucho tiempo en el escritorio y en épocas de
transformación no es el escritorio, es el territorio lo que vale, lo que
cuenta.
Rocío es secretaria de Energía, y sí, es importante su
labor, porque esa es una dependencia, una institución normativa de todo el
sector energético, pero lo más importante de todo es la ejecución. Es como la
política, la política es pensamiento y acción. Y, en tiempos de transformación,
pues lo más importante es la acción.
De modo que, como aquí lo explicó Rocío, con tiempo se
decidió construir esta refinería. A ello debe agregarse que, oportunamente,
también por una circunstancia especial, cuando nos afectó la pandemia en todo
el mundo, muchas empresas petroleras decidieron vender sus plantas de
refinación, llegaron a haber hasta 20 refinerías en venta en Estados Unidos.
Y la empresa Shell estaba vendiendo tres o cuatro
refinerías, pensando de que ya no iba a ser negocio la refinación. Y el director
de Pemex, Octavio Romero Oropeza, me planteó de que teníamos la oportunidad de
comprar las acciones de Deer Park para que pasara a formar parte del patrimonio
petrolero de México.
Y ya aquí se informó, se compró esa refinería y, en seis
meses, ya se han obtenido utilidades de más del 50 por ciento de su costo; es
decir, este año va a quedar pagada esa refinería, con una capacidad para
procesar, igual que esta refinería, 340 mil barriles diarios.
A esto hay que agregar que decidimos reiniciar la construcción
de la coquizadora de Tula, que había quedado parada, con una inversión de cerca
de dos mil millones de dólares.
Esas decisiones las hemos tomado en varios casos. Imagínense
lo que es dejar tirados equipos, que se conviertan en chatarra, cuando se trata
de inversión pública, dinero del presupuesto, dinero del pueblo. Entonces,
resolvimos reiniciar la construcción de la coquizadora de Tula y, como aquí lo
constatamos, se firmó ahora el contrato para terminar en agosto —porque no se
puede antes, aunque vamos a estar buscando adelantar la inauguración—, en
agosto del 24 otra coquizadora en Salina Cruz, Oaxaca.
Con todo ello nos estamos preparando para dejar de importar
gasolina, diésel y turbosina, ser autosuficientes, crear empleos en el país y
dedicar estos combustibles al mercado interno y al desarrollo nacional. Es un
cambio profundo, un gran viraje, de vender el petróleo crudo a transformar la
materia prima, producir los combustibles y venderlos en el mercado interno.
En otras palabras, no hicimos caso al canto de las sirenas,
las voces de los que pronosticaban, de buena fe, tal vez, el fin de la era del
petróleo y la llegada masiva de los carros eléctricos y de las energías
renovables.
Aclaro que ese avance tecnológico más temprano que tarde se
convertirá en realidad con el apoyo de los pueblos y de los países del mundo, y
que será benéfico, sin duda, para la salud y el medio ambiente. Es claro que,
para llegar a ello, todavía falta tiempo.
Y vuelvo a la política que, entre otras definiciones,
establece o se define también con el manejo adecuado de los tiempos; la
política es tiempo.
En general, poco a poco hemos venido recobrando la rectoría
del Estado en la planeación y el desarrollo nacional. Al igual que Pemex,
también hemos venido rescatando la Comisión Federal de Electricidad. La
privatización de la industria eléctrica fue tan brutal, que empresas
extranjeras, como Iberdrola, llegaron a tener más influencia que la propia
Comisión Federal de Electricidad.
Desde el gobierno de Salinas se dio preferencia, en las
reformas a las leyes y a la Constitución, a las plantas de generación de
empresas particulares, sobre todo extranjeras. Se les concedían permisos y
concesiones, se les financiaba con la banca de desarrollo nacional, recibían
subsidios y le daban prioridad en las líneas de transmisión:
Primero subían la energía que se producía en las plantas
particulares por encima de la empresa del Estado, con la excusa o pretexto de
que producían energía limpia y renovable, mientras la Comisión Federal de
Electricidad, según ellos, producía energía sucia. Era la empresa pública
ninguneada, al grado que no se consideraba como energía limpia y renovable la
producida en las plantas hidroeléctricas, cuyas turbinas permanecían apagadas o
subutilizadas.
Todo esto se ha venido corrigiendo, aun con la actitud
atrasada, retrógrada y antipatriota de una buena cantidad de legisladores y de
algunos jueces, magistrados y ministros. Sin embargo, según la última
resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha quedado de
manifiesto que la planeación en materia eléctrica corresponde a la Secretaría
de Energía y que las plantas de la Comisión Federal de Electricidad pueden
operar a toda su capacidad.
Además, se ha declarado como fraude a la ley la práctica
tramposa de hacer pasar como empresarios del sector eléctrico a grandes
consumidores de energía, lo que les reportaba beneficios, privilegios,
subsidios, en la forma de tarifas más bajas que las pagadas por los
consumidores domésticos.
Tanto en el rescate de Pemex, como en el de la Comisión
Federal de Electricidad, los técnicos y los trabajadores de estas dos empresas
públicas han tenido un papel fundamental; no hubiésemos podido cambiar la
política energética sin el apoyo, el respaldo, de los técnicos y de los
trabajadores de México.
Agradezco la actitud, la ayuda, la cooperación de los
dirigentes sindicales de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad, así
como la participación responsable y profesional de pequeñas, medianas y grandes
empresas de la construcción, los que nos han ayudado con las nuevas
tecnologías, los transportistas y empresarios de todas las ramas de la
economía.
Me da gusto, por ejemplo, que en esta refinería y en otras
obras esté participando la empresa ICA, que tiene un historial de experiencia,
de profesionalismo, muy importante, a veces por periodos eclipsados por malas
decisiones, pero podemos decir que ahora ICA está en su mejor momento, una
empresa que es orgullo en la construcción de obras en nuestro país y en el
extranjero.
También quiero hacer un reconocimiento, un homenaje al
empresario más austero y más institucional de México, que es también nuestro
orgullo, Carlos Slim, que nos acompaña.
También en sólo tres años y siete meses de gobierno hemos
avanzado en la construcción de obras de infraestructura con inversión pública,
sin contratación de deuda:
Ya inauguramos el aeropuerto ‘Felipe Ángeles’, ahora los
ingenieros militares están iniciando el de Tulum, Quintana Roo.
Estamos construyendo más de mil 500 kilómetros de vías para
el Tren Maya. Esto incluye también la construcción de los trenes en Ciudad
Sahagún, Hidalgo.
En todo esto pensamos en la creación de empleos, en que se
genere trabajo. Y el ejemplo está aquí, en Tabasco y en el sureste. Por
décadas, Tabasco estuvo en los últimos lugares en creación de empleos, y ahora
es de los estados que más genera empleos, y así otros estados del sureste:
Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Campeche, Yucatán, Quintana Roo. Estamos haciéndole
justicia al sur sureste de México, porque el sur también existe.
Teníamos la preocupación. Estamos en la fase constructiva,
todos ustedes lo saben, la industria de la construcción es muy noble, porque en
muy poco tiempo, rápido se reactiva la economía, se generan muchos empleos, se
apoya a los trabajadores, pero se termina la fase constructiva y ya no es lo
mismo. Esta refinería, en promedio ocupó alrededor de 25 mil trabajadores
diarios, pero va a ser operada por mil 500 especialistas.
¿Qué vamos a hacer con los 23 mil 500 que van a demandar trabajo?
Por eso están muy contentos y son extraordinarios. Que vivan los trabajadores.
Bueno, pues ya, por eso lo de la coquizadora en Salina Cruz,
porque son de ocho a 10 mil empleos. Aquí está el gobernador de Oaxaca,
Alejandro Murat, está recibiendo esta buena noticia.
Y también ya viene la fase de más demanda de mano de obra en
el Tren Maya. Entonces, no se van a quedar sin trabajo los que ya hicieron su
obra aquí, en Dos Bocas.
Continúa en marcha, por eso, el proyecto de los parques
industriales, la modernización de puertos y la construcción del tren del Istmo
de Tehuantepec.
También vamos a rehabilitar las vías férreas y los puentes
de Coatzacoalcos a Palenque, es la vía del ferrocarril, ya también se decidió
llevar a cabo esta obra desde Coatzacoalcos a Palenque y de ahí vamos a tener
la conexión ya con el Tren Maya. Esta obra está a cargo de Secretaría de
Marina, que está aquí nuestro almirante, él es el responsable.
También vamos a iniciar la rehabilitación de la vía férrea
de Ixtepec, del istmo hasta la frontera con Guatemala.
Mi compromiso es lograr en 2024 el renacimiento de los
ferrocarriles de pasajeros con una red de dos mil 600 kilómetros en todo el
país.
Avanzamos también en la construcción de obras hidráulicas
para el desarrollo agropecuario, para la producción de energía y la
disponibilidad de agua de consumo doméstico:
Llevamos el 55 por ciento de la construcción de la presa de
Santa María en Sinaloa.
Estamos trabajando para dejar 100 mil hectáreas de canales y
sistemas de riego en Nayarit, Sinaloa y Sonora.
Se resolvió el problema de la presa El Zapotillo, en
Jalisco.
Se han iniciado las obras del programa Agua Saludable para
La Laguna.
Se trabaja en la presa ‘Libertad’, en Nuevo León, y en los
acueductos de La Concordia, Sinaloa; en Xpujil, Campeche, y en Guadalajara,
Jalisco,
Asimismo, se lleva a cabo un amplio programa de dragados de
ríos, de desazolve. Aquí también quiero hacer el reconocimiento a la Secretaría
de Marina por todo este trabajo. Se han adquirido dragas como no se había hecho
en otros tiempos, y se están desazolvando los ríos, arroyos, se están
construyendo bordos y otras obras para proteger a la gente de las inundaciones.
Por cierto, ya se está atendiendo a 20 mil familias
afectadas por el huracán Agatha en la costa de Oaxaca.
Aprovecho para agradecer el apoyo excepcional de las Fuerzas
Armadas, tanto de la Secretaría de la Defensa como de la Secretaría de Marina
en casos de desastre. Los oficiales, los soldados, marinos, sus efectivos han
sido y seguirán siendo los primeros en llegar allí, donde se necesita el
auxilio urgente a la población.
Se continúa apoyando al medio rural. Los programas Sembrando
Vida, Producción para el Bienestar, Precios de Garantía, fertilizantes y ayuda
a pescadores benefician a tres millones 500 mil campesinos, incluyendo sus
familias.
Además, esta acción en las circunstancias actuales, es
fundamental para garantizar la producción de alimentos y mitigar los efectos de
la inflación, la cual se agravó por la pandemia y recientemente por la guerra
en Ucrania.
La enseñanza mayor… que no se nos vaya olvidar esa lección,
porque eso también hace la diferencia entre el modelo neoliberal que se impuso
y lo que nosotros estamos llevando a la práctica.
Antes se decía: ‘En un mundo globalizado no interesa
producir en el país, no interesa fomentar el campo’; alguien llegó a decir que
la mejor política industrial era la que no existía, porque se tenía esa idea.
No, lo que tenemos que hacer es buscar la autosuficiencia.
La enseñanza mayor que nos están dejando estas calamidades
es que resulta estratégico e indispensable buscar la autosuficiencia energética
y alimentaria; en otras palabras, producir en México lo que consumimos.
La otra gran lección estriba en nunca de dejar de atender
los sentimientos y las necesidades de la gente, tanto por humanismo, que es lo
principal, como para cumplir con la tarea de transformación.
Por las dos razones, porque tenemos que ser fraternos,
solidarios, y por cuestiones políticas —para poder gobernar—, es indispensable
beneficiar al pueblo, porque solamente así se puede contar con su apoyo para la
tarea de gobierno. No se puede dar la espalda a la gente.
El triunfo de una revolución de las conciencias y una
revolución moral, pacífica y duradera sólo es posible con un programa social
atrevido, no sólo que convenza, sino que conmueva y haga posible el empuje y el
respaldo de la gente. Esa es la clave.
Ya son 25 millones de familias que reciben de manera directa
al menos uno de los Programas para el Bienestar que se están implementando. Es
decir, se benefician de una pensión 10 millones 500 mil adultos mayores, esto
no existía. Es un orgullo poder decir que todos los adultos mayores después de
los 65 años tienen una pensión.
Y también es muy humano poder ayudar a un millón de personas
con discapacidad, que también reciben pensión.
Como nunca, estamos otorgando 11 millones de becas desde el
preescolar hasta el nivel de posgrado.
Hemos llegado a la meta de garantizar trabajo como
aprendices a dos millones 300 mil jóvenes.
Y, como ya dijimos, tres millones 500 mil campesinos y
pescadores obtienen un jornal para que siembren, para que cultiven sus tierras,
y se les apoya con un recurso económico de manera periódica.
Si a ello agregamos los sueldos y prestaciones de maestros,
médicos, soldados, marinos y otros servidores públicos, tenemos que al 80 por
ciento de los hogares de México llega sin intermediarios cuando menos una
pequeña cantidad del presupuesto público.
El resto de la población también se beneficia de manera
indirecta, porque no olvidemos que la paz es fruto de la justicia. Si se
garantiza el bienestar de la mayoría del pueblo, hay paz, hay tranquilidad,
podemos todos vivir sin miedos y sin temores. Combatir la pobreza no es un
gasto, es una inversión y, repito, una inversión que tiene que ver con lo
humano, que es lo mero principal.
También, si el grueso de la población dispone de algún
dinero para gastar, se beneficia la industria, se beneficia el comercio, se
fortalece el mercado interno, se ayudan empresas, profesionistas, artesanos,
comerciantes; incluso, trabajadores informales.
Hemos vacunado a 89 millones 69 mil 598 personas contra el
COVID-19, lo cual nos ayudó a salvar muchas vidas. Y ahora, cuando la pandemia
rebrota sin su gravedad original y sin dañar tanto como antes, estamos
dedicados a levantar el sistema de salud pública para contar con buenas
unidades médicas, centros de salud, clínicas, hospitales, con médicos
generales, especialistas, con medicamentos suficientes y estudios clínicos, y
con todo el personal médico, porque es un compromiso, basificado. Así, antes de
terminar nuestro gobierno haremos realidad el mandato constitucional del
derecho gratuito y universal a la salud.
Lo mismo estamos haciendo en lo educativo:
Hemos basificado a 400 mil trabajadores de este sector.
Se aumentaron los sueldos a maestras y maestros.
Estamos mejorando los contenidos de los libros de texto.
Y se han entregado hasta ahora a las sociedades de madres y
padres de familia presupuestos para el mantenimiento de 68 mil escuelas.
Continuamos apoyando la cultura, el deporte, cuidando el
medio ambiente.
Reitero, no hemos otorgado ninguna concesión minera.
No se permite el fracking ni el maíz transgénico.
Hemos creado parques ecológicos de recreación y cultura.
Declaramos dos reservas naturales y están en proceso seis
más.
Añado que el programa de reforestación de México, y este es
otro timbre de orgullo, el programa de reforestación que estamos aplicando en
México es el más importante del mundo. Implica sembrar mil 200 millones de
árboles en un millón 100 mil hectáreas con una inversión de mil 450 millones de
dólares anuales. Ni Estados Unidos, ni en China, ni en Rusia ni en ningún país
se invierte en reforestación esta cantidad.
También, procurando el bienestar de todos y en particular de
los más necesitados, se ha garantizado la gobernabilidad y sigue siendo nuestra
prioridad conseguir el anhelado propósito de vivir en paz, con tranquilidad.
Al respecto, puedo informar que desde el inicio de nuestro
gobierno hasta la actualidad hemos reducido los delitos del fuero federal en 30
por ciento.
Ha disminuido, y eso es lo que más nos ha costado; de todas
maneras, ya hay una tendencia a la baja, hay una disminución en homicidios
dolosos del cinco por ciento.
El secuestro se ha reducido en 44 por ciento.
El robo de vehículo también en 40 por ciento.
El robo en general en 24 por ciento.
Falta mucho por hacer en esta impostergable y justa demanda
popular, pero estamos seguros que seguiremos avanzando, porque trabajamos todos
los días; estamos unidos, hay profesionalismo, no se permite la corrupción ni
la impunidad. Y, lo más importante, estamos atendiendo las causas de la
violencia, en especial las necesidades del pueblo y de los jóvenes para evitar
que se vean obligados a tomar el camino de la delincuencia por falta de
espacios educativos y laborales para conseguir un modo honrado de trabajar,
vivir y de ser felices.
En materia económica, a pesar de la crisis desatada por la
pandemia y ahora por la guerra en Ucrania, estamos saliendo adelante.
Desde que llegamos, el peso no se ha devaluado, como siempre
sucedía. Nuestra moneda es la más fuerte en América Latina y se ha apreciado
más que el euro en el tiempo que llevamos.
La economía creció en uno por ciento en el primer trimestre
del año.
La inflación al cierre de mayo fue de 7.6 por ciento, un
punto menos que en Estados Unidos y medio punto menos que en Europa. Aunque
este es un asunto que tenemos que atender, ya lo estamos haciendo, porque no
tiene el mismo resultado el aumentar salarios, que haya más ingresos, con
inflación; se pierde el poder adquisitivo, por eso tenemos que enfrentar el
problema inflacionario.
Están inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social
21 millones 68 mil 708 trabajadores, con un salario promedio de 14 mil 600
pesos mensuales.
El salario mínimo ha crecido durante nuestro gobierno 67 por
ciento en términos reales.
Por reformas legales que impulsamos, como no sucedía en
nuestro país, los trabajadores de México recibieron en 2021 reparto de
utilidades de las empresas por 183 mil 248 millones de pesos, 109 por ciento
más con respecto al año anterior.
El índice de la Bolsa de Valores ha aumentado en 14 por
ciento.
Las reservas internacionales del Banco de México también en
14 por ciento.
La inversión extranjera en el primer trimestre alcanzó la
cifra histórica de 19 mil 428 millones de dólares, va a seguir creciendo la
inversión extranjera. Bueno, acabamos de suscribir acuerdos con ese propósito.
Hay una circunstancia especial en el mundo, y México es un
país muy atractivo para la inversión extranjera, y nosotros tenemos abiertas
las puertas a la inversión extranjera como a la inversión privada, porque para
sacar adelante al país se requiere de la inversión pública, que es
importantísima, que se había soslayado; la inversión privada, nacional y
extranjera, y el sector social de la economía. Que no se les olvide que podemos
tener capital, pero si no tenemos trabajadores no salimos adelante, los
trabajadores son fundamentales para el desarrollo de nuestro país.
Las remesas en 2021 llegaron a 51 mil 594 millones de
dólares y en los primeros cinco meses de este año se han incrementado en 17 por
ciento con respecto al mismo periodo del año pasado, lo cual puede significar
que en diciembre se alcance la cifra de 60 mil millones de dólares. Gracias,
paisanas y paisanos.
El precio de la mezcla mexicana de petróleo de exportación
lleva cuatro meses por arriba de 90 dólares el barril, lo que nos ha permitido
mantener sin aumento el precio de las gasolinas, el diésel y la electricidad,
inclusive la gasolina en nuestro país es más barata que en Estados Unidos y
cuesta la mitad que en Europa.
La relación con pueblos, países y gobiernos del mundo es
inmejorable. Visitamos a nuestros hermanos de Guatemala, El Salvador, Honduras,
Belice y Cuba.
Aun cuando no asistí a la Cumbre de las Américas, por
razones que expuse reiteradamente, nos representó ahí el secretario de
Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Es buena la comunicación y es respetuoso el trato con el
presidente Biden y con sus colaboradores. Además de ser amigos y vecinos, nos
une el compromiso de trabajar juntos para el desarrollo económico, comercial y
social de nuestras dos naciones.
El 11 de julio nos volveremos a encontrar con el presidente
Biden en Washington para tratar asuntos de interés mutuo, como el de la
integración de todos los países de América con respeto a las soberanías, el
apoyo con visas temporales de trabajo y Programas de Bienestar para los países
de Centroamérica. Algo que consideramos importante, un plan conjunto para
enfrentar el problema inflacionario, así como temas de migración, derechos
humanos, no violencia, combate a la desigualdad, a las drogas y a la
corrupción.
Amigas y amigos:
Me tardé, pero ya estoy terminando. Hoy, a cuatro años del
triunfo de nuestro movimiento democrático, podemos afirmar que no fue en vano
el esfuerzo de nuestros antepasados, precursores y protagonistas de esta
transformación popular justa, igualitaria, honesta y libertaria.
Estamos logrando algo que escribí hace algunos años, antes
de llegar a la Presidencia. Decía que en las nuevas circunstancias que se iban
a crear cuando llegáramos al gobierno ‘nuestros adversarios tendrán que
entender que ningún grupo, por importante y poderoso que sea, seguirá conspirando
contra la paz social en beneficio propio, nada ni nadie puede valer más que el
bienestar y la felicidad del pueblo.
‘El nuevo gobierno democrático garantizará las libertades y
cada quien podrá dedicarse a la actividad que más le satisfaga y convenga, pero
obviamente todos tendremos que ceñirnos a la nueva legalidad y a reglas claras.
Se podrán hacer negocios, pero no habrá influyentismo, ni corrupción, ni
impunidad.
‘El presupuesto será realmente público, se dará preferencia
a los pobres, se cuidarán los recursos naturales, la riqueza de la nación y los
frutos del trabajo de los mexicanos se distribuirán con justicia, y nunca más
se permitirá que los privilegios de pocos se sustenten en la opresión, la
inseguridad y la miseria de millones de mexicanos.’
Hasta ahí la cita.
De modo que nuestros adversarios nos pueden acusar de todo
lo que se les ocurra, pero no de ser incongruentes o de actuar sin apego a
ideales y principios. Los hechos hablan por sí solos.
Y antes de terminar, expreso aquí una aclaración pertinente:
Esta obra de transformación la estamos haciendo entre todos, con trabajo creativo, sin excluir a nadie, con la inteligencia, con el trabajo de obreros, de campesinos, con la participación de hombres y de mujeres, pensando siempre en el porvenir de las nuevas generaciones, con mucho amor al pueblo y siempre, siempre, a favor de la grandeza de México. Más en www.somoselespectador.blogpot.com