El Presidente Enrique Peña Nieto, lamentó la muerte del
líder de la Revolución cubana, Fidel
Castro y reconoció que Castro fue un amigo de México, promotor de una
relación bilateral basada en el respeto, el diálogo y la solidaridad. Fue primero Calderón y después Peña Nieto, los presidentes mexicanos que buscaron la cercanía con el fallecido después de el catástrofe diplomático causado por la conducta estúpida de Vicente Fox. Fue cuba un país auxiliado por México, principalmente en el sexenio Portillista y aún en el Salinista con todo y la cercanía del mandatario Carlos Salinas con Estados Unidos pero la crisis entre los do spaíses la desató Fox quien señalaba a su gobierno como amigo del gobierno cubano pero no de su revolución.