Ningún líder por bueno que
sea deja de tener errores
al tratarse de un ser humano imperfecto
y otros por buenos que sean cumplen
ciclos, sin embargo también es cierto,
que el error es más remarcado cuando el líde
r es dominado por sus intereses individuales que
pueden ser económicos, de poder o dominio,
de fama o de cualquier tipo de oportunismo.
Si bien es cierto que tal y como el nombre de
Roberto Cantoral también el nombre de Armando
Manzanero sirvió para simbolizar a la Sociedad
de Autores y Compositores de México
al ser líderes de la misma, también es cierto
que las actitudes del compositor yucateco
han dejado mucho que desear y han provocado
quitarle dignidad a la sociedad que representa
al gremio de los creativos de la música.
El comportamiento grosero de Manzanero
con la Prensa estando en funciones
y representación y no como una determinación
individual de las relaciones públicas
de su carrera como cantautor, así como
sus lambisconerias ante gobernantes que solamente
humillan la figura de los compositores sin beneficio
alguno, como lo fue su presencia ante legisladores
y su encuentro con Miguel Angel Mancera que sólo sirven
para la foto pero en donde no se concretan medidas
en favor a los autores y compositores hacen mayor su pisoteo
mientras nadie detiene sus males causados
por la piratería, la nula mención de autor y
obra en la radio musical como tampoco en la portada
de quienes usan sus obras y su exposición a
una ley caduca de Derecho de autor.
Hace un par de semanas Manzanero y una arrastrada
comitiva se presentó en la residencia del Presidente de
México para expresarle la problemática actual
de los compositores, junta que terminó en una pachanga
en donde Manzanero entonó a piano, para Enrique
Peña Nieto y para su esposa sus repetitivos éxitos y
en donde quienes acudieron a la reunión
(sin plantearla en una asamblea o bajo la invitación a que asistieran
otros compañeros del gremio),
llegaron al punto de acuerdo con el ejecutivo federal,
de que para apoyar a la música mexicana, el gobierno
de la República proporcionará el espacio de la estación
de radio XEB perteneciente a IMER,
para programar música mexicana , ante el aplauso
y satisfacción de los reunidos cuando tal apoyo es una tomada
de pelo en razón de que la legendaria B Grande de México
siempre ha programado música mexicana, por lo que la nueva
medida y el aplauso de la misma, se traducen en la ineptitud
con que se conducen los líderes de la Sociedad de Autores y
Compositores de México y el gobierno demagógico peñista.
En una entrevista presentada en la edición de esta semana
de la sección LENTE OCULTO de somoselespectador
que fue entablada con
los cantantes de música mexicana, Humberto Cravioto
y Alberto Angel El Cuervo, aseveraron de manera
respectiva que se avecinan cambios en la SACM
según Cravioto; mientras que Alberto Angel calificó
el encuentro de Manzanero con el Presidente de la República,
como una reunión llena de palabrerías.
Lo cierto es que para muchos la SACM no
se salva de la mala Política a la mexicana en
sufrimiento de aquellos que hacen cantar y soñar a un país.
al tratarse de un ser humano imperfecto
y otros por buenos que sean cumplen
ciclos, sin embargo también es cierto,
que el error es más remarcado cuando el líde
r es dominado por sus intereses individuales que
pueden ser económicos, de poder o dominio,
de fama o de cualquier tipo de oportunismo.
Si bien es cierto que tal y como el nombre de
Roberto Cantoral también el nombre de Armando
Manzanero sirvió para simbolizar a la Sociedad
de Autores y Compositores de México
al ser líderes de la misma, también es cierto
que las actitudes del compositor yucateco
han dejado mucho que desear y han provocado
quitarle dignidad a la sociedad que representa
al gremio de los creativos de la música.
El comportamiento grosero de Manzanero
con la Prensa estando en funciones
y representación y no como una determinación
individual de las relaciones públicas
de su carrera como cantautor, así como
sus lambisconerias ante gobernantes que solamente
humillan la figura de los compositores sin beneficio
alguno, como lo fue su presencia ante legisladores
y su encuentro con Miguel Angel Mancera que sólo sirven
para la foto pero en donde no se concretan medidas
en favor a los autores y compositores hacen mayor su pisoteo
mientras nadie detiene sus males causados
por la piratería, la nula mención de autor y
obra en la radio musical como tampoco en la portada
de quienes usan sus obras y su exposición a
una ley caduca de Derecho de autor.
Hace un par de semanas Manzanero y una arrastrada
comitiva se presentó en la residencia del Presidente de
México para expresarle la problemática actual
de los compositores, junta que terminó en una pachanga
en donde Manzanero entonó a piano, para Enrique
Peña Nieto y para su esposa sus repetitivos éxitos y
en donde quienes acudieron a la reunión
(sin plantearla en una asamblea o bajo la invitación a que asistieran
otros compañeros del gremio),
llegaron al punto de acuerdo con el ejecutivo federal,
de que para apoyar a la música mexicana, el gobierno
de la República proporcionará el espacio de la estación
de radio XEB perteneciente a IMER,
para programar música mexicana , ante el aplauso
y satisfacción de los reunidos cuando tal apoyo es una tomada
de pelo en razón de que la legendaria B Grande de México
siempre ha programado música mexicana, por lo que la nueva
medida y el aplauso de la misma, se traducen en la ineptitud
con que se conducen los líderes de la Sociedad de Autores y
Compositores de México y el gobierno demagógico peñista.
En una entrevista presentada en la edición de esta semana
de la sección LENTE OCULTO de somoselespectador
que fue entablada con
los cantantes de música mexicana, Humberto Cravioto
y Alberto Angel El Cuervo, aseveraron de manera
respectiva que se avecinan cambios en la SACM
según Cravioto; mientras que Alberto Angel calificó
el encuentro de Manzanero con el Presidente de la República,
como una reunión llena de palabrerías.
Lo cierto es que para muchos la SACM no
se salva de la mala Política a la mexicana en
sufrimiento de aquellos que hacen cantar y soñar a un país.