México que pudiendo ser rico es cada vez más pobre; llegará a un punto que no resista más y que tenga que dividirse de Norte a Sur como el antecedente de independencia de Guatemala y el apoderamiento estadounidense de parte de nuestro territorio. Mientras continúen las politiquerías con el fin de obtener los saqueos y los ciudadanos no asuman su compromiso con la política de su país; México está destinado a dividirse en rebanadas como sucedió con la Unión Soviética, porque ya no podrá seguirse alimentando en federación, ya que los Estados más ricos deberán sobrevivir por cuenta propia de los Estados más pobres. El muro físico que pretende construir el gobierno de los Estados Unidos para dividir con claridad la zona fronteriza con México y evitar la migración de pobladores del continente americano a sus tierras, es un acto concupiscente en el ámbito diplomático pero procedente en el derecho internacional; pero la división territorial y jurídica de un país por su abandono ciudadano y el abuso de sus gobernantes, al grado de dejarlo en el grado de un Estado fallido, es algo más que una determinación imperialista y de corrupción; simplemente es una tragedia para un México con una grandeza cultural, mayor a la de los Estados Unidos, que se formó siempre por pueblos errantes y no nativos como el caso de la historia de nuestro país. Los Estados Unidos a base de política económica es potencialmente capaz de atropellar a aquellas naciones pobres de sabiduría más que de recursos financieros. Por éso, la resistencia histórica de Cuba y la tolerancia insultante de México por parte de un pueblo, que también ha sido educativamente atropellado.