Las apuestas directas, exactas, de quiniela, así como la trifecta, la triple, la ve- x 4 y la ve- x 7, parecen estar todas en favor del candidato de la coalición "Juntos Haremos Historia", Andrés Manuel López Obrador, quien para propios y extraños, ya es el ganador de las elecciones para ocupar la presidencia de la República, de no existir fraude electoral. En los centros de apuestas en Las Vegas, López está dado en un ochenta y cinco en posibilidades de triunfo y un 1-1 por ficha pagada. Mientras que en las encuestas por cada voto del segundo lugar que es Ricardo Anaya; Andrés Manuel gana dos. Los candidatos para la presidencia del país se encuentran en un 50-25-12, con Andrés Manuel lópez Obrador en primero, Anaya en segundo y Pepe Meade en tercero, ante un Jaime Rodríguez Calderón "El Bronco" que ya es un caballo rezagado con tan solo el 3.2%. Aunque todavía no se deja caer ningún voto en la urna, la distancia porcentual a menos de 12 días de la terminación de las campañas, hacen matemáticamente imposible un alcance al puntero; al menos que sea con cálculos usurpados. Tan solo en las elecciones pasadas, se daba a Enrique Peña Nieto con encuestas maleadas y sobre porcentuadas, con 10-18 y con seis puntos de diferencia sobre error, y que al final la ventaja no fue tanta sobre López Obrador, pero ésto no es comparable con un porcentual del cincuenta por ciento por arriba del más cercano contendiente. Ante tal pizarra de puntos, el Presidente Peña ya ha abandonado su caballo con la idea de que le deja más caudal político la postura de mostrarse como un mandatario respetuoso de la votiva, que un influyente para su candidato priísta con caballo cansado. Sin embargo las condiciones democráticas y políticas en México ya no las dicta el presidente del país, sino los acaparadores empresarios que no descartan en sus apuestas; la guerra sucia, la desorientación mediática y el Fraude electoral.