López Obrador llegó acompañado por el empresario Alfonso
Romo y el vocero César Yáñez a la cita
privada que le agendo el Consejo Mexicano de Negocios (CMN), en el Club de
Empresarios Bosques, y aunque el candidato de JUNTOS HAREMOS HISTORIA, había
señalado en días anteriores, que tenía su agenda completa, al grado de no poder acudir al
llamado de la Universidad iberoamericana para un encuentro con estudiantes, ni
el candidato de izquierda se salvó de someterse al poder empresarial que embarga a este país y que ha debilitado al
gobierno mexicano, el cual está a su merced.
Apenas hace unos días y antes de
la invitación, López Obrador pidió calma
a los empresarios que han convocado a sus empleados a votar por cualquier
candidato con posibilidades de derrotarlo, al asegurar que no
existirán problemas en el modelo económico para afectar sus negocios y que el
país necesitará de la inversión privada para seguir adelante. El pronunciamiento
de López Obrador ocurrió después de que los empresarios Germán Larrea y Alberto
Baillères —dos de los hombres más ricos de México— hicieran pública su postura
en contra de un gobierno encabezado por el candidato de Morena. La
confrontación entre el candidato morenista
y quienes son prácticamente dueños del país, al monopolizarlo y constituirlo de
cadenas de influencias, cada vez estaba
subiendo de tono pero los dueños del
billete, observaban como era en vano sus
promociones y Andrés Manuel no bajaba en las encuestas y como ha sido el caso,
siempre que es atacada se ha fortalecido, por lo que prefirieron tanto
empresarios como el propio candidato, mejor dialogar esta mañana en lo
obscurito y someter a López, a casi un examen de admisión, que podría ser, su boleto libre para la presidenciable.