Fernando de la Mora quien predecía tiempos difíciles con el nuevo gobierno mexicano, toda vez que ya no podría tener a su disposición de manera gratuita y cuantas veces quisiera, El Palacio de Bellas Artes, gracias a sus acciones influyentistas que tenía con la administración peñista; ahora sin que se le viera hacer uso del tapabocas, señaló a reporteros, que en nada ayuda que el Presidente López Obrador no porte su cubrebocas, con lo que reconoció por esa simple afirmación, que entonces el actual mandatario es un ejemplo para los mexicanos y tiene calidad moral de ser imitado en todo lo que haga, supongo que incluye el ejemplo de no robar. Fernando de la Mora quien se ha querido considerar como uno de los grandes tenores mexicanos y defensor de la ópera para nuestro país, resulta que sus materiales discográficos incluyen más música popular que clásica, y sus conciertos, como el que presentará este fin de semana de manera virtual, incluye más temas populares y boleros que obras operísticas, así como invitados que no pertenecen al gremio de la música clásica o de conservatorio, como es el caso de los duetos que protagonizará en dicha presentación, al lado de Armando Manzanero y del hijo de Emmanuel. Situación que hay que aclarar, no tiene nada de criticable, pero lo que si resulta criticable es que para ejecutar música popular se tenga que disfrazar de tenor. Hay que recordar que De la Mora fue el cantante que despidió de cuerpo presente a Juan Gabriel en Bellas Artes, con el argumento de que la familia del cantautor finado, así se lo había pedido, cuando quien organizó la despedida del artista arraigado a Ciudad Juárez, fue el gobierno peñista y no la familia de Juan Gabriel. Fernando de la Mora finalmente resulta un tenor mediocre que se aprovecha de que no está mal visto que quien se diga pertenecer al género de la ópera se entrometa al escenario de la música popular, situación que sí ocurre en caso contrario, y quizá de ahí su disfraz.Más en www.somoselespectador.blogspot.com
