Mientras otros países no tienen ninguna planeación para efectuar su programa de vacunación y
mientras otros ya lo tienen estructurado pero sin que tengan en pronto, la
vacuna que deberán aplicar, México cuenta con tres posibilidades y este
fin de semana se efectuará un simulacro de como serán las aplicaciones, al
menos de una de ellas. Marcelo Ebrard, informó sobre los tres acuerdos de
compra de vacuna contra Covid-19 con las empresas Pfizer (Estados Unidos),
AstraZeneca (Reino Unido) y CanSino (China-Canadá), además aseguró que el
producto de AstraZeneca se envasará en México. El canciller precisó que con
Pfizer el acuerdo de pre-compra se firmó el 13 de octubre y la firma del
contrato fue el 2 de diciembre; con AstraZeneca, el acuerdo original se alcanzó
el 13 de octubre y ese mismo día se firmó el contrato. Con CanSino el acuerdo
se firmó el 13 de octubre y el contrato el 9 de diciembre. Además de esos
tratos bilaterales, México suscribió el 31 de agosto un acuerdo para el acceso
a las vacunas disponibles en el mundo a través del mecanismo multilateral
Covax, auspiciado por Naciones Unidas y
la ratificación se firmó el 18 de septiembre. Aunque tales antídotos médicos
son experimentales y tan nuevos como el reciente coronavirus, es claro que
muchos países quisieran tener este beneficio que indebidamente se proporcionará
en mayor número a los países no pobres o cuyo gobierno,como en el caso del mexicano,
tengan un poder político que puedan hacer valer como es el caso de tener a uno
de los mandatarios más identificados por el mundo. La vacuna o vacunas que estarán llegando a nuestro territorio no es
el final de la problemática de esta
pandemia, pero sí el principio de la solución y también el principio de la
responsabilidad de gobierno, ya que hasta antes de la existencia y llegada de la
vacuna, la mayor parte de la responsabilidad del control de contagio, era de la
población, hasta de aquellos de pensamiento retrograda que piensan “que el
gobierno debe solucionarles todo y los otros elementos del estado son
inexistentes”. También el gobierno mexicano deberá tomar cartas en el asunto en
el servicio hospitalario que está por ser superado al máximo nivel, lo que
pronto traerá un semáforo rojo, con las consecuencias perjudiciales que acarrea
esta medida. Sin aumento de deuda, sin devaluación y con vacuna en mano; México
vive acciones de gobierno que no eran
usuales, sin embargo que no se diga que esto es parte de una cuarta
transformación del país, como el creador de la propia idea se los ha incorporado
al léxico de los propios inutilizados antiprogresistas;
pero lo que sí es, al menos hasta ahora, una modificación radical, en el
actuar de la administración pública, porque
una transformación del país no puede producirse con una intención de gobierno y
una inoperabilidad del pueblo, aunque en su mayoría poblacional, sigue avalando
el cambio, de una manera pacífica y adulta. Veremos en estos días, antes de que
termine el 2020, la aplicación de la vacuna y no quedará más que esperar su
efectividad y que situaciones supervenientes pueden presentarse. Sin embargo,
el mundo prefiere el riesgo de ser vacunado a estar imposibilitado al acceso de
esta posibilidad. Por otra parte , las farmacéuticas Novavax (Estados Unidos) y
CureVac (Alemania) y los fabricantes rusos de la vacuna Sputnik-V, también han tenido acercamientos con el gobierno mexicano,
que parece estar de moda. Más en www.somoselespectador.blogspot.com