Con cero antecedentes en materia deportiva, y con la única facultad que ser "cuate" del presidente de la República, con un nulo paso por PROFECO y con un polémico historial policíaco, Alfredo Castillo es la cabeza de la Comisión Nacional del deporte por lo que junto con el Titular del Poder Ejecutivo Federal,son ellos, los directos responsables del fracaso olímpico y de lo inoperante del deporte mexicano, de sus federaciones y una situación adversa para los deportistas mexicanos. Desde su nombramiento causó extrañeza en los deportistas mexicanos que sólo habían escuchado el nombre de Castillo Cervantes en la nota roja por su ineptitud como comisionado para la paz en Michoacán y su nefasto desempeño como colaborador de la Procuraduría del Estado de México al ser subprocurador regional de Cuautitlán Izcalli. Su carrera política la comenzó como asesor nada menos que de Macedo de la Concha en una PGR que siempre estuvo tan de cabeza como la actual. Alfredo Castillo es el claro ejemplo de "un chapulín" que lo mismo puede estar en Seguridad Pública, que en la Procuraduría Federal del Consumidor, que en un cargo fantasma en Gobernación o en un puesto donde pueda recibir su quincena sin conocimiento de causa como la Comisión Nacional de Cultura Física y del Deporte. Total, al fin y al cabo la Comisión del Deporte, la Secretaría de Turismo y la Secretaría de Educación Pública han sido oficinas que han servido para regalarles un sueldo a los amigos del Presidente en turno y aquel día que llegue a la presidencia un mandatario federal sin amigos, seguramente dichas oficinas se convertirán en "guáter" que en nuestro país es más importante un lugar lujoso en donde orinar y expulsar excrementos por el ano que la educación, la cultura, el desarrollo y el deporte.