Las reformas estructurales basadas en el neoliberalismo y la ruptura del derecho social al que ahora se le llama paternalismo envenenado, quieren mostrar un gobierno de avanzada por parte del Presidente de México Enrique Peña Nieto, pero no muestra el mismo ánimo de modernización cuando se habla de enfrentar a los poderes de la Unión y en vez de procurar un informe de gobierno con un nuevo formato que no caiga ni en el abuso del aplauso ni en el abuso de la protesta inútil (que en los tiempos en que los medios de comunicación estaban totalmente cerrados para la expresión de partidos de oposición, tales protestas estaban justificadas), mejor se opta por volver a evadir la lectura del mensaje presidencial ante la Cámara, por lo que hemos pasado del Informe de besamanos, al informe que se efectuaba sólo entre cuates y lambiscones, hasta la nueva fórmula que nos ofrece Peña que no es más que una una nueva manera de no dar la cara al Congreso, por lo que rendirá el mensaje de su Informe por medio de una computadora tipo "ChivasTv". En su formato se dice que existirán preguntas y respuestas que jura el gobierno peñista no serán censuradas ni seleccionadas a modo, y en donde los jóvenes podrán participar libremente incluso sin importar que sean de la IBERO. Con esto, el informe presidencial pasa a una nueva era que transita del presidencialismo al "presicinismo" al pretender que el diálogo político, el debate de ideas y la reunión de poderes que debe darse en todo gobierno de avanzada, únicamente se realice de manera sexenal y de ser posible por whats.
