Desde su nombramiento a Rosario Robles como parte del gabinete
presidencial de Peña Nieto, se criticó
su llamado en razón de la dudosa honestidad de la hoy secretaria de desarrollo
social y con mayor razón en un cargo
como secretaria de la SEDATU antes
SEDESOL, sabiendo como se las gasta Rosario con los gastos. Ahora
Rosario Robles se encuentra involucrada en otro de sus interminables capítulos
de deshonestidad al haber señalado en un discurso como funcionaria pública de
un proyecto estratégico de Estado en donde la prioridad es la comunicación
entre gobierno y pueblo, que “los periódicos sirven para matar moscas y limpiar
vidrios” y posteriormente no sostener su dicho y solicitar disculpas por medio
de su cuenta de Twitter, acto de falta de honorabilidad que seguramente volverá a
señalar se ha exagerado como un ataque a su persona por el simple hecho de ser
mujer y ocultar la realidad de sus declaraciones emitidas en un acto
oficial en Chihuahua en una entrega de
viviendas en donde la actual secretaria de Desarrollo Agrícola, territorial y
Urbano, aprovechó tal situación para defender mediante un evento con recursos
públicos, al gobernador priísta César Duarte Jaquez quien ha sido acusado de
enriquecimiento ilícito y malversaciones
en su gestión, situación de la cual Chayito parece contar con la
maestría, ya que el simple hecho de abogar por el priísta en un acto de
gobierno donde se entregan viviendas, ya es oportunismo del dinero público con
el cual se contó para “estimular” dicho plan habitacional, lo que en un acto de
honestidad debería traer como consecuencia su renuncia inmediata.