El Papa Francisco rompió el protocolo al concluir el encuentro con jóvenes en el estadio José María Morelos y Pavón, en Morelia. Quiso acercarse a la valla y fue jalado por un feligrés que lo hizo perder el equilibrio y tuvo que apoyarse en un joven discapacitado. La segunda vez que fue jaloneado el Papa abrazaba a un joven en silla de ruedas cuando una persona lo tomó de la cabeza y lo jaló, lo que hizo que perdiera el equilibrio pero logró detenerse de la persona discapacitada.Al levantarse, visiblemente molesto llamó la atención al responsable. “No seas egoísta. No seas egoísta”, le dijo el pontífice.Tras el incidente siguió dando bendiciones a niños en silla de ruedas, se dejó tomar fotografías y subió al pequeño carro descubierto que lo trasladó al helipuerto, a un costado del estadio. El Papa Francisco aunque de manera justificada, mostró una cara que nunca antes se le había visto. La educación primitiva de nuestro pueblo gracias a la perversidad del Gobierno, puso de malas hasta al Santo Padre. Y pensar que muchos de nostros, tenemos que tolerar esas conductas casi a diario.