“Obremos por una tierra de oportunidades, sin necesidad de emigrar para soñar, necesidad de ser explotado para trabajar, de hacer de la desesperación y la pobreza de muchos; el oportunismo de unos pocos, una tierra que no tenga llorar a hombres y mujeres, a jóvenes y niños que terminan destruidos a manos de los practicantes de la muerte”. aSÍ lo sentenció el Papa quien ofreció una misa ante cerca de 250 mil fieles reunidos en el predio de el Caracol en Ecatepec, ahí el santo padre se refirió a los temas de corrupción, vanidad , riquezas y orgullo como las principales tentaciones que destruyen al hombre.
El pontífice cerró su intervención invitando a los mexiquenses a transformarse un pueblo de memoria viva, así como referirse a las problemáticas sociales que atacan a México, particularmente de la violencia, el narcotráfico, y la pobreza.