Desde su partida de Ciudad del Vaticano a nuestro país, el Papa Francisco apuntaba que el tono de su visita a México sería estrictamente religiosa y no política; situación que al Papa no le iba a creer ni su Mamá. Por lo que en su primer día de actividades después de haber sido recibido como Jefe de Estado por Peña Nieto; el Papa Francisco en su encuentro con los Obispos de México en la Catedral Capitalina y en presencia de personajes políticos, diplómaticos y medios de comunicación de todo el mundo, no envió un mensaje central relativo a fortalecer y procurar el buen cristianismo y no el mal catolicismo sino que lo que hizo, fue basar su lectura en dejar en descubierto las diferencias de los miembros de la Iglesia de nuestro país, lidereada por la oscura conducta del "padrecito" consentido de Marta Sahagún y Angélica Rivera que es Norberto Rivera quien es un defensor y protector de pedófilos como Nicolás Aguilar Rivera y Marcial Maciel Degollado, y el distanciamiento de la Iglesia mexicana con los miembros del Vaticano, ya que la iglesia papal trata de limpiar en poco, la imagen que dejó el feroz anticomunista Juan Pablo II y su operador Ratzinger quien en la actualidad se encuentra estable de salud y cuyo pretexto para abandonar la silla papal fueron precisamente sus "achaques". El Papa Francisco olvidó su sotana y les dijo a los obispos mexicanos que si existían cosas que había que arreglar, las arreglaran como hombres y sin chismes a las espaldas. Después retó al estilo del barrio de San Lorenzo en Argentina, a la riña pero con conciliación. Desde la misma jaula de los leones negros que es la Catedral del país; el Papa Francisco apuntó políticamente a las autoridades religiosas mexicanas en una confrontación que en vez de realizarla en una oficina y en privado, prefirió hacerlo en voz alta de cara a la sociedad con lo que dejó en claro, lo que ya era grito a voces, que es el divorcio entre la Iglesia mexicana y el vaticano al cual se ha querido ignorar gracias a la fuerza que se le ha brindado a la Iglesia mexicana por parte de su Gobierno y el narcotráfico; por lo que la Santa Sede se mantiene firme por medio del Papa en defender sus intereses basados en la política de los imperios internacionales y ahora en esta visita a México, las inconformidades han quedado expresadas por el Papa que los medios nacionales no habían difundido y que se traducen en parte, en la negativa del Jefe máximo de la Iglesia Católica por venir a tierras aztecas y en que Norberto Rivera Carrera esté siendo, un mal anfitrión en esta visita Papal.
domingo, 14 de febrero de 2016
NO HAGAN PANCHOS DICE EL PAPA
Desde su partida de Ciudad del Vaticano a nuestro país, el Papa Francisco apuntaba que el tono de su visita a México sería estrictamente religiosa y no política; situación que al Papa no le iba a creer ni su Mamá. Por lo que en su primer día de actividades después de haber sido recibido como Jefe de Estado por Peña Nieto; el Papa Francisco en su encuentro con los Obispos de México en la Catedral Capitalina y en presencia de personajes políticos, diplómaticos y medios de comunicación de todo el mundo, no envió un mensaje central relativo a fortalecer y procurar el buen cristianismo y no el mal catolicismo sino que lo que hizo, fue basar su lectura en dejar en descubierto las diferencias de los miembros de la Iglesia de nuestro país, lidereada por la oscura conducta del "padrecito" consentido de Marta Sahagún y Angélica Rivera que es Norberto Rivera quien es un defensor y protector de pedófilos como Nicolás Aguilar Rivera y Marcial Maciel Degollado, y el distanciamiento de la Iglesia mexicana con los miembros del Vaticano, ya que la iglesia papal trata de limpiar en poco, la imagen que dejó el feroz anticomunista Juan Pablo II y su operador Ratzinger quien en la actualidad se encuentra estable de salud y cuyo pretexto para abandonar la silla papal fueron precisamente sus "achaques". El Papa Francisco olvidó su sotana y les dijo a los obispos mexicanos que si existían cosas que había que arreglar, las arreglaran como hombres y sin chismes a las espaldas. Después retó al estilo del barrio de San Lorenzo en Argentina, a la riña pero con conciliación. Desde la misma jaula de los leones negros que es la Catedral del país; el Papa Francisco apuntó políticamente a las autoridades religiosas mexicanas en una confrontación que en vez de realizarla en una oficina y en privado, prefirió hacerlo en voz alta de cara a la sociedad con lo que dejó en claro, lo que ya era grito a voces, que es el divorcio entre la Iglesia mexicana y el vaticano al cual se ha querido ignorar gracias a la fuerza que se le ha brindado a la Iglesia mexicana por parte de su Gobierno y el narcotráfico; por lo que la Santa Sede se mantiene firme por medio del Papa en defender sus intereses basados en la política de los imperios internacionales y ahora en esta visita a México, las inconformidades han quedado expresadas por el Papa que los medios nacionales no habían difundido y que se traducen en parte, en la negativa del Jefe máximo de la Iglesia Católica por venir a tierras aztecas y en que Norberto Rivera Carrera esté siendo, un mal anfitrión en esta visita Papal.