martes, 16 de febrero de 2016

LOS MARCOS DE UN COMANDANTE QUE SE DECIA SUBCOMANDANTE


















El 1 de enero de 1994, día en que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, que supuestamente simbolizaba el ingreso de México a la modernidad, la insurrección armada le recordó al país los problemas que lo anclaban al pasado.Fueron sólo doce días de combate. Los muertos se contaron por decenas no por centenares, pero fue suficiente para atraer la atención mundial.Luego vino la tregua, el diálogo. Y entonces emergió la figura de Marcos. El pasamontañas, la pipa, su humor mordaz y finalmente su prosa lo convirtieron en un favorito de la prensa.Fue entrevistado por Gabriel García Márquez, saludado por Eduardo Galeano y Noam Chomsky. Alabado como el mejor escritor latinoamericano del momento por Regis Debray (antiguo alumno de Louis Althusser; amigo del Che, a quien acompañó en Bolivia y ex asesor en política internacional del presidente francés François Mitterrand).Comités de solidaridad brotaron como hongos por todo el planeta y Chiapas se convirtió en un imán para jóvenes -muchos europeos- en busca de una causa que consideraran justa.Pero no sólo eso: en 1996, en una entrevista con la comandancia del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, cuando les pregunté sobre la pertinencia de su lucha armada para llevar el socialismo al poder luego de la caída de la Unión Soviética, Nicolás Rodríguez Bautista "Gabino" (actual comandante máximo del ELN) invocó la lucha de los Zapatistas como ejemplo y justificación.En 2001, Marcos tuvo lo que algunos consideran su momento culmen, cuando viajó de Chiapas a Ciudad de México en lo que se conoció como la Marcha del Color de la Tierra, con la que buscaban exigir el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés, un documento firmado en 1996 entre el EZLN y el gobierno, que se comprometía a realizar cambios en la Constitución para consagrar los derechos indígenas.Centenares de extranjeros acompañaron al subcomandante y a sus compañeros en el recorrido. Más de un millón de personas los aclamaron en El Zócalo del DF. Allí estaban esperándolo, entre otros, José Saramago, Danielle Miterrand, Manuel Vázquez Montalbán y Alain Touraine.En 2006 vino otro hito: unas elecciones presidenciales en las que la izquierda tuvo la posibilidad de llegar al poder con Andrés Manuel López Obrador. Los zapatistas decidieron no apoyarlo.Como se sabe "AMLO" (como es conocido en México) perdió por un margen muy estrecho frente a Felipe Calderón y, aunque hasta el día de hoy sigue diciendo que hubo fraude, muchos en la izquierda también señalaron a los zapatistas. De haberlo apoyado, argumentan, López Obrador habría ganado sin problemas.El Ejército Zapatista de Liberación Nacional fue fundado el 17 de noviembre de 1983 y se levantó en armas contra el gobierno Mexicano y el sistema capitalista-neoliberal el 1º de enero de 1994, día en que entró en vigor el tratado de libre comercio de América del norte, que legalizaba el despojo de las tierras a campesinos e indígenas. Aunque las demandas de paz, justicia y libertad siguen vigentes, las de dignidad, educación, trabajo y tierra las han hecho valer por su propia cuenta, aún con las traiciones de los gobiernos priistas, panista y perredistas.