En plena recta final de la campaña electoral estadounidense, la candidata demócrata dijo que no viajará a México para entrevistarse con el mandatario Enrique Peña Nieto. ¿Las razones? La semana pasada su rival Donald Trump viajó al Distrito Federal y protagonizó lo que Clinton llamó un “incidente diplomático”.
Peña Nieto había invitado a ambos candidatos el pasado 26 de agosto. El republicano, Donald Trump, quien tiene posiciones radicales contra la migración a Estados Unidos, aceptó rápidamente la oferta y se dirigió a México el 31 de agosto. Los resultados de esa visita provocaron indignación en millones de mexicanos y las redes sociales fueron escenario del rechazo al magnate.
Por ejemplo el ex presidente mexicano Vicente Fox dijo: “No hay vuelta atrás, Trump, tus ofensas hacia los mexicanos, musulmanes y más te han llevado al hoyo donde estás hoy. ¡Adiós Trump!”. También la candidata del PAN a la presidencia de México en 2018 y esposa del ex presidente Felipe Calderón rechazó su presencia: “Sr Donald Trump aunque lo hayan invitado, sepa que no es bienvenido. Los mexicanos tenemos dignidad y repudiamos su discurso del odio”.
Por su parte, el periodista y escritor mexicano León Krauze aseguró que “los ojos del mundo entero estarán puestos mañana en Peña Nieto. Todo lo que no sea fuerza y dignidad implicará el final de su presidencia”. Y su padre, también escritor se dirigió a Trump directamente: “Escuche Donald Trump, nosotros los mexicanos esperamos unas disculpas por llamarnos criminales y violadores”.
Al terminar la reunión con Peña Nieto, el multimillonario candidato republicano expresó que el mexicano había estado de acuerdo en financiar el muro que Trump promete construir en la frontera entre ambos países. El papelón llegó minutos después, cuando el mandatario del país centroamericano afirmó en su cuenta de Twitter: “Al inicio de la conversación con Donald Trump dejé claro que México no pagará por el muro”.
“Fui muy claro también al señalar que cada gobierno tiene el derecho de hacer en su frontera lo que quiera y le plazca de acuerdo con su propia política”, dijo también en una entrevista de Televisa.
La visita de Trump fue recibida con movilizaciones y actos de repudio en México.
“Somos los más agredidos y violentados con su discurso que ha desatado una ola de violencia en contra de los derechos humanos de los trabajadores en Estados Unidos”, afirmó Juventino Montiel, fundador de la Organización Binacional Migrante Aztlán. “La cuenta pendiente no es con el presidente que ha sido muy tibio en su reacción, sino con el pueblo mexicano”, agregó.
Algunos, como el excanciller Jorge Castañeda, calificaron el encuentro de “innecesario”, pero Peña Nieto insistió con su importancia. “Hay una razón: enfrentar la amenaza y el riesgo que hay sobre nuestro país”, afirmó. “Hoy, como no había pasado quizá en ningún otro momento de la historia de la competencia electoral de Estados Unidos, México es parte del debate”, continuó el mandatario.
Luego de reconocer que algunos posicionamientos “francamente representan una amenaza y un riesgo para México”, subrayó: “Es la decisión que he tomado: encarar el reto, hacerle frente a lo que pueda convertirse en una amenaza y riesgo para México y explicar por qué México es importante para EE.UU. y EE.UU. para México”.
Al ser consultada la adversaria de Trump, Hillary Clinton, por los hechos la demócrata aseguró que aquello provocó “un incidente diplomático”. “Salió (de la reunión) diciendo una cosa y el presidente mexicano lo contradijo casi inmediatamente”, agregó y atacó: “Ni siquiera sabía cómo comunicarse efectivamente con un jefe de Estado”, utilizando un recurso constante en la campaña que es posicionar el debate público respecto de la experiencia en tareas de Estado, en lo que Clinton tiene amplia ventaja.
La secretaria de Relaciones Exteriores mexicana, Claudia Ruiz Massieu, contestó a Clinton tras su negativa a viajar a México, en Twitter.Allí afirmó: “Mantenemos una comunicación permanente y productiva con la campaña de Clinton. Entendemos y respetamos su decisión de posponer el momento de mantener un encuentro. Los gobiernos de #México y #EUA tienen una relación multidimensional, madura y sólida”.
