TV DE CABEZA |
La televisión mexicana y principalmente Televisa, le debe una factura a Rocío Dúrcal una de las cantantes más importantes para nuestro país, que cuando falleció no tuvo el homenaje al que era merecedora y aunque la Basílica de Guadalupe fue insuficiente para las muestras de cariño por parte del pueblo mexicano que expresó tras la muerte de la española, también es de precisarse que su último adiós no tuvo la difusión que tuvo la muerte de Juan Gabriel en televisión, ni tampoco las autoridades de Bellas Artes se pronunciaron para realizarle un homenaje como fue el caso para el escritor colombiano Gabriel García Márquez, o para el actor Julio Alemán quien con menos impacto de popularidad que Dúrcal le brindaron el palacio de Bellas Artes que recientemente se le proporcionó a Juan Gabriel. Tampoco se programaron las películas y programas especiales de Dúrcal como convulsivamente ocurrió con Juan Gabriel ya que al morir Rocío su empresa de toda la vida que fue Televisa, prefirió programar películas del Chente Fernández que de la española más mexicana, y que coincidentemente, el pasado domingo, en el canal estelar de Televisa se programaron cintas y un programa especial de Vicente Fernández en el duelo reciente de Juan Gabriel. Será que para Televisa y muchos otros, el consentido es Vicente Fernández siendo que al igual que Rocío Dúrcal ha dado a conocer la música mexicana por el mundo, pero sin que la española haya sido recordada como se merecía ni ser medidos con la misma vara. O será que Fernández formó una carrera empresarial basada en el disco, en donde ha apoyado sus intereses empresariales más que apoyar a los nuevos valores de la música y creo un monopolio en donde solamente sus temas, los de su hijo Alejandro y amigos muy cercanos al Chente han tenido proyección sin que Vicente haya tomado la bandera de defensor del género regional mexicano para su crecimiento sino únicamente ha contemplado el crecimiento propio, por lo que sin quitarle su talento, dichos intereses se pueden traducir en que artistas lambiscones le quieran rendir y la televisión se sienta casada con Fernández a quien quieren vender como ídolo para el cierre de un negocio. Lo cierto, es que lo importante es el sentir del pueblo quien lloró intensamente a Rocío Dúrcal sin necesidad de ser programada en televisión a raíz de su fallecimiento ni ser homenajeda en Bellas Artes como se lo merecía y el pueblo mismo ha llorado también a Juan Gabriel quien ahora lo reconoce como máximo ídolo sin la propuesta de mercado de Vicente Fernández que con todo y éso, su despedida a los escenarios en el Estadio Azteca no resultó la gran respuesta que se esperaba y en donde el coloso de Santa Ursula se llenó porque los boletos de acceso se distribuyeron de manera gratuita para asegurar el lleno.