La
autodeterminación de los pueblos reviste vital importancia a la hora de
construir la identidad de una sociedad. Estamos haciendo referencia a aquel
fenómeno mediante el cual un pueblo puede tomar decisiones o determinaciones
sobre su propia realidad, lo cual representa ni más ni menos que la construcción
de la propia libertad.O sea, se trata del derecho que ostentan los habitantes
de un territorio de decidir sobre su independencia y régimen político sin que
medien presiones del exterior. La autodeterminación se convierte de este modo
en un elemento fundamental para la soberanía de cada pueblo y la proyección de
un futuro que se arme en torno a las necesidades e intereses de los propios
habitantes de esa comunidad y no en base a las necesidades o preferencias de
otros.A lo largo de la historia, explicar lo que se entiende por patria o
nación fue un trabajo arduo y difícil, también variable, que dependía muchas
veces de elementos que hoy parecen extraños y que fueron cambiando con el
tiempo.Con el desarrollo de las revoluciones burguesas del siglo XIX y su
elaboración moderna del concepto de nación, aparece el concepto de
autodeterminación mucho más fuertemente debido a que el mismo se convierte en
una realidad palpable y cotidiana. Otro momento importante en la historia de la
autodeterminación fue el proceso de descolonización que se dio en numerosas
partes del mundo, entre los siglos XIX y XX, y que buscó terminar con la
dominación de potencias como Estados Unidos, España, y otros países europeos
sobre territorios hasta el momento considerados colonias, especialmente en
África y América, pero también en el sudeste asiático.Estos territorios no
poseían bajo la dominación ningún tipo de poder de decisión, lo cual
significaba una completa y total dependencia de las determinaciones externas. Con
la Declaración Universal de los Derechos Humanos a mediados del siglo XX, y
como consecuencia del fin de la Segunda Guerra Mundial, la autodeterminación
comenzó a aparecer legalmente como uno de los derechos que se vinculan con la
soberanía y la necesidad de un pueblo a auto determinar su realidad.Esto
significa que se reconoce la importancia de que cada uno de los pueblos del
mundo ejerza su libertad para decidir su camino, su historia y su identidad.Al
violarse la soberanía y la autodeterminación de un pueblo (como sucede hasta el
día de hoy mediante invasiones, por ejemplo) se está frente a la violación de
uno de los Derechos Humanos más significativos para la construcción de la
identidad y la historia de los pueblos. Los seres humanos, individualmente, o
como grupos, tienen el derecho de controlar su destino y además de vivir dentro
de un ordenamiento institucional que respete este derecho humano elemental.Como
otro caso emblemático en el cual este derecho ha sido vulnerado de manera
grosera y violenta no podemos soslayar el de las comunidades aborígenes que
estaban asentadas en el continente americano cuando los españoles descubrieron
América.Los indios estaban organizados como pueblos antes que la conquista se
produjese, y por ende, disponían del derecho humano de autodeterminación, sin
embargo, los conquistadores españoles y el poder que emanaba de la corona
española cercenó este derecho de modo ultrajante e impune.Es sabido que cuando
los diversos conquistadores llegaron a territorios americanos había comunidades
asentadas desde largo tiempo, o sea, no estaba deshabitada la tierra, había
organización política, cultura, y tradición propia.El sometimiento al cual los
españoles los sometieron fue un claro caso de cercenamiento al derecho que
tenían como pueblo de auto determinarse y decidir de manera libre sobre el
destino que querían.Los conquistadores impusieron sus costumbres y se ocuparon
de erradicar violentamente las que ostentaban los habitantes originarios.De lo
expuesto se desprende que atentar contra este derecho es ir en contra de la
libertad, y como sabemos, la libertad es ese estado en el cual, ya sea una
persona o un grupo, pueden disfrutar en pleno de la facultad de obrar según
propia decisión, y lo más importante, sin la coacción por parte de nadie, que
justamente condicione los objetivos y los anhelos que se tengan.A muchos
pueblos y culturas conseguir la libertad les costó muchísimo derramamiento de
sangre y por eso es tan importante su defensa a ultranza para que nadie pueda,
desde ningún lugar de autoridad arbitraria, atentar contra ese derecho, que
como ya vimos, está contenido en muchos tratados internacionales y acuerdos.Nadie
puede arrojarse el derecho a la autodeterminación de manera unilateral y por
eso es tan importante que el grupo en cuestión sepa que es dueño de este
derecho y lo haga respetar ante la afrenta exterior de quienes se ubican en la
vereda opuesta de la libertad. Más en www.somoselespectador.blogspot.com