Normalmente, cuando los medios hablan sobre los flujos a
través de la frontera entre Estados Unidos y México, se refieren a migrantes y
refugiados desesperados que se dirigen al norte. Pero México ahora ha cambiado
las tornas y está tratando de detener el torrente de armas de fuego que se
dirige hacia el sur desde Estados Unidos hasta las bandas criminales.El
Gobierno mexicano demandó a 11 fabricantes de armas de fuego, alegando que
saben que sus productos están alimentando la violencia despiadada en México,
pero están haciendo muy poco para detenerla.La demanda también afirma que las
empresas están comercializando sus armas para apelar a los malhechores al sur
de la frontera."Los acusados diseñan estas armas para que se modifiquen
fácilmente para disparar automáticamente y sean fácilmente transferibles en el
mercado criminal en México", dice la demanda.El caso, presentado en
Massachusetts, apunta a firmas como Smith & Wesson, Barrett, Beretta USA,
Glock, Century International Arms y Colt's Manufacturing Co.Las compañías no
han hecho comentarios públicos, pero la asociación comercial estadounidense National
Shooting Sports Foundation negó las acusaciones de México en una declaración
que dice: "La asociación comercial de la industria de armas de fuego
rechaza las acusaciones de México de que los fabricantes de armas de fuego
estadounidenses participaron en prácticas comerciales negligentes".En
promedio, más de 500 armas de fuego de Estados Unidos cruzan la frontera sur
todos los días, según la Cancillería mexicana. Alimentan la violencia en muchas
partes del país relacionada con el tráfico de drogas. Más en www.somoselespectador.blogspot.com
Ftecn