"La transmisión en vivo desde Ciudad del Vaticano de la misa papal por parte de las dos cadenas principales de la televisión privada en México y su canal estatal, sirvieron de consuelo para la población mexicana por esta terrible pandemia del coronavirus, en donde miles de familias mexicanas estaban atentas a la bendición papal, y las palabras de alivio del Papa Francisco, las cuales captaron hincadas ante el televisor" Esta sería en otra época la crónica informativa del posible comportamiento de la sociedad mexicana que se paralizó en 1979 con la llegada del papa Juan Pablo II a tierra Azteca, pero la baja notable de devotos en la Iglesia Católica, y las vivencias colectivas de los mexicanos, consistente en el presidencialismo dictatorial saqueador que propició terribles crisis económicas, la vivencia de dos terremotos, el avance tecnológico en la información, entre otros factores, han borrado a la figura papal como el centro de todas las cosas con todo y que el actual sumo pontífice, es el primer latinoamericano en toda la historia.Más en www.somoselespectador.blogspot.com
